Tipos de ecosistemas

Es imposible hablar de medioambiente sin tener en cuenta el concepto y los distintos tipos de ecosistemas que existen. Es, como si dijésemos, la unidad básica donde se desarrolla la vida en el planeta, de ahí que su conocimiento y análisis sea esencial para quienes tenemos interés por mejorar las condiciones de desarrollo de la vida y garantizarlas para el futuro.

De hecho, el término “ecosistema” es relativamente moderno, surge en las primeras décadas del siglo XX, con la aportación de científicos como R. Clapham y A. Tansley. Porque, hasta ese momento, se clasificaban los entornos biológicos sólo dependiendo de los componentes que se desarrollaban en cada medio, sin fijarse en las interrelaciones que se establecen entre ellos.

Así, la actual definición de ecosistema se resume como la comunidad formada por organismos vivos y no vivos que conviven en un entorno concreto, desarrollándose, interactuando y coexistiendo de manera sostenible. Elementos esenciales de un ecosistema son la energía y los ciclos de nutrientes que fluyen permitiendo la conexión entre organismos vivos y no vivos.

Clasificación de los ecosistemas

De dimensiones muy dispares, existen clasificaciones de los ecosistemas distintas dependiendo de los factores en los que se ponga en el foco de atención. Es un concepto complejo, lo que implica que cada categoría está, a su vez, compuesta por otros subgrupos. Pero, los que exponemos a continuación son los tipos de ecosistemas más consensuados:

Básicamente hay dos ecosistemas, los terrestres y los acuáticos:

• Ecosistema terrestre. Podría decirse que es el mayores condiciones de vida admite, ya que aunque se desarrollan sobre la base de un suelo o substrato, además cuentan con otros elementos como aire, luz y agua. Es el ecosistema con mayor variedades que se definen por la confluencia principalmente de estos factores: humedad, temperatura, altitud y latitud.
• Ecosistema acuático. El que tiene el agua como elemento determinante, da igual que sea salada o dulce. Ocupa una mayor extensión de superficie (más del 70% de nuestro planeta es agua) y, pese a que pudiera parecer lo contrario, los biólogos consideran que es el que tiene un mayor grado de expansión.
  • Ecosistemas de agua dulce: se forman en los ríos, manantiales, lagos, etc.
  • Ecosistemas marinos: los podemos encontrar en las aguas de los mares y océanos.

Otros tipos de ecosistemas

Como ya hemos señalado, dentro de los ecosistemas acuáticos y terrestres se engloban la mayor parte de las modalidades que se distinguen. Sin embargo, fuera de ellos quedan otros definidos por algunas características que los hacen singulares:

• Ecosistema aéreo. No todos los científicos lo consideran un ecosistema como tal porque no existe ningún ser que pueda vivir permanentemente en el aire, que es su elemento definitorio. Por eso, se le define como un ecosistema temporal o de paso. Otros biólogos lo integran dentro de las modalidades de ecosistemas terrestres, pues desde las aves hasta los microorganismos acaban descendiendo en algún momento a la superficie para desarrollar alguna de sus funciones.
• Ecosistema híbrido. también denominados inundables o humedales. Se caracterizan por ser suelos cubiertos temporal o permanentemente por una ligera capa de agua, dulce o salada. Hay una terrible modalidad, los ecosistemas tóxicos, que son aquellos que se inundan con aguas contaminadas por efecto de la acción del hombre.
• Ecosistema microbiano. Con los avances tecnológicos, nuestro conocimiento del mundo microscópico es cada vez mayor. Ello ha llevado a algunos investigadores a distinguir un ecosistema específico en el ámbito de los microbios, cuyos principales componentes son: gránulos de kéfir, biofilms y microbiotas.
• Ecosistema humanizado o urbano. La capacidad de modificar el entorno en el que viven los hombres lleva a muchos expertos ha considerar que las ciudades y núcleos de población deben considerarse ecosistemas artificiales. Este último de los tipos de ecosistemas cuenta con dos características que lo distingue de cualquier otro: la especie dominante es el ser humano y el medio físico está compuesto por estructuras construidas por él (edificios, carreteras, canalizaciones de agua…).