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Reciclaje y reutilización
Conoce cuáles son las diferencias entre cristal y vidrio
¿Sabías que el vidrio y el cristal no son lo mismo? En efecto, a primera vista pueden parecernos iguales, pero tienen sus diferencias. Particularmente, es importante conocerlas ya que nos pueden ayudar a la hora de reciclar. ¿Quieres conocer cuáles son algunas de ellas y así aprender a diferenciarlos? Entonces… ¡sigue leyendo!
¿Qué es el cristal?
El cristal es un sólido transparente que está compuesto por óxido de plomo. En su mayoría se forman de manera natural a partir de la cristalización de gases a presión en las cavidades rocosas. Además, este se funde a una temperatura mayor que el vidrio, aunque se esculpe durante un periodo más largo.
Estos, a diferencia del vidrio tienen una estructura regular. Esto se debe a que sus componentes están «ordenados». En otras palabras, son simétricos.
¿Qué es el vidrio?
El vidrio es un material inorgánico transparente, duro y frágil. A diferencia del cristal, este es amorfo ya que sus moléculas no están «en orden». En su mayoría el vidrio no es natural. Es decir, es creado por el ser humano al juntar distintos tipos de materiales como la arena de sílice, carbonato de sodio y caliza. Es más, estos elementos se fusionan a unos 1 500 ºC.
Principales diferencias entre el cristal y el vidrio
Sacamos en claro que las principales diferencias entre estos dos materiales son:
- se funden a diferentes temperaturas
- no están formados por los mismos elementos
- se reciclan en diferentes contenedores
En conclusión, no todos los objetos que pensamos que son de cristal lo son. Y lo mismo sucede con el vidrio.
¿Cómo podemos diferenciarlos?
Como hemos dicho, a primera vista pueden parecer iguales y no encontrar la diferencia. No obstante, si nos fijamos bien y comparamos, un objeto de vidrio al lado de uno de cristal es más grueso. Por otro lado, el cristal es mucho más frágil y menos pesado que el vidrio. ¡Agárralos y compruébalo tú mismo!
Pero ¿y si en vez de la vista utilizáramos el oído? ¡Te sorprenderías! Un buen truco para diferenciarlos es golpear los distintos materiales. Por ejemplo: la mayoría de los tarros o vasos comunes de nuestra vajilla están hechos de vidrio. Sin embargo, en su mayoría, las copas suelen ser de cristal. Si los golpeas (con cuidado y por separado), notarás que no emiten el mismo sonido. En caso de que sea vidrio, el sonido será más seco. Por el contrario, si el sonido es más musical, será cristal.
¿Habéis visto alguna vez a los artistas que hacen música con copas? ¡Pues esto es porque son de cristal!
¿Cómo reciclarlos correctamente?
Los vidrios son 100 % reciclables. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que se pueden reutilizar de nuevo, volverlos a fundir, sin perder sus características. De esta manera, estos objetos de vidrio deben ir al contenedor verde.
En el caso del cristal, no es reciclable. Es así, ya que los materiales que se utilizan para formar el cristal son diferentes. Es decir, no pueden volverse a fundir en los mismos hornos como el vidrio, ya que no conservarían sus características.
Por ello, los cristales deben reciclarse en el contenedor orgánico. En concreto, el de color gris y naranja o en otros casos, verde (no confundir con el de vidrio en forma de iglú).
Por otra parte, podemos echar mano de la imaginación y reciclar estos objetos de otra manera. Podemos decorarlos, reutilizarlos para otras funciones, etc.
¡El cristal y el vidrio pueden tener muchas vidas!
En conclusión, ahora que ya conoces cómo diferenciar estos materiales y dónde reciclarlos, no hay excusa. Comparte estas ideas con tus conocidos y amigos para que el reciclaje sea más eficaz. ¡Entre todos conseguiremos hacer un mundo más ecológico!
Fuentes consultadas:
López, T y Martínez, A. (2009). El mundo mágico del vidrio. Biblioteca digital del ILCE.
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