Contaminación

Razones por las que no debes utilizar aerosoles

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Tras la firma del Protocolo de Montreal, los gobiernos del mundo se comprometieron a prohibir los conocidos CFC. La evidencia científica demostró que los aerosoles provocan un gran efecto negativo sobre la atmósfera. A pesar de los esfuerzos en prohibirlos, sus partículas no se degradan fácilmente. Por ello, los expertos consideran que en el 2030 la capa de ozono volverá a estar como en 1980. Después de esta introducción, ¿sabes las razones por las que no debes utilizar aerosoles?

¿Qué son los CFC?

Los clorofluorocarbonos (CFC) están compuestos por átomos de carbono, flúor y cloro. Estos pueden durar desde 51 a 200 años en la atmósfera. Más adelante, penetran en la estratosfera, disociándose gracias a la radiación ultravioleta. Una vez disociados, se libera el cloro, empezando así con la destrucción de la capa de ozono.

De manera comercial, estos compuestos se utilizan mucho. El mayor uso que se le da a dichos componentes es la producción de aerosoles, ya sea en espumas, espráis, aislantes, etc.

¿Cómo inciden los aerosoles en la capa de ozono?

Estos productos son los primeros en agrandar la capa de ozono. Como consecuencia, el calentamiento global empeora notablemente.

Este deterioro surge a causa de la absorción y la dispersión de luz solar y las sustancias tóxicas. Debido a esto, se provoca el oscurecimiento global. Esto significa que se producen numerosos efectos perjudiciales en las nubes debido a la disminución de las gotas de la lluvia. Debido a ello, se genera una reducción de la eficiencia en las precipitaciones y, por tanto, cambia el contenido del agua. Al mismo tiempo, modifica también el grosor de las nubes y el tiempo de vida.

La química y la peligrosidad de los CFC

Cada átomo de cloro de este tipo puede destruir hasta 100.000 moléculas de la capa de ozono. Entre todos los CFC que existen, el más peligroso es el CFC-11. Es el más potente en cuanto a la destrucción de la capa de ozono. En un estudio centrado en las zonas de las que procedía este clorofluorocarbono, China salía como el país más perjudicado.



Todo esto intentó evitarse desde el Protocolo de Montreal y, durante algunos años, la concentración del CFC-11 estaba bajando. Sin embargo, el año anterior nos informaron de la nueva subida. Este estudio culpa al continente asiático, que entre 2008-2012, aumentaron un 110 % el uso de dicho elemento tóxico.

¿En qué medida perjudican los aerosoles nuestra salud?

Los aerosoles son los productos más contaminantes y los que más perjudican nuestra calidad de aire respirable y, por tanto, nuestra salud. Si la exposición a estas concentraciones es de corto plazo, está demostrado que no causa graves problemas.

El sistema respiratorio, la calidad de vida y la piel

Por ejemplo, en situaciones de exposiciones a largo plazo tienen repercusiones en nuestra salud cardiopulmonar.

Asimismo, afectan la esperanza de vida, de tal manera que cada año fallecen millones de personas a nivel mundial. Esto es a causa de la capacidad que tienen dichos productos de penetrar en nuestra piel. Como consecuencia, las partículas finas entran con más facilidad en la piel.

De este modo, los efectos perjudiciales se multiplican. Estos tienen gran impacto en nuestra piel, llegando a formar granos o perjudicando las vías respiratorias.

En conclusión, los aerosoles son perjudiciales tanto para nuestra salud como para el medioambiente. Actualmente, todavía se siguen haciendo estudios para acabar con dicha situación. De hecho, desde el Protocolo de Montreal, han aumentado los esfuerzo por reducir el uso de estos elementos. No hay que olvidar que son unos de los causantes del «smog» en las ciudades.

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