Eficiencia

Calderas de gasoil por condensación para tu hogar

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Una caldera por condensación es un aparato capaz de producir agua caliente. Por lo general, estos sistemas funcionan a gas natural o gasoil. En consecuencia, aquellos hogares en los que no existe la posibilidad de suministro de gas natural, una caldera de gasoil por condensación es una alternativa atractiva. Además, esta opción coexiste con otras más sostenibles como son la energía solar y la biomasa.

¿Qué hace una caldera por condensación en comparación con otras?

Lógicamente en el mercado, hay infinidad de alternativas. Sin embargo, para poder eligir bien es importante que sepas lo de distigue a las calderas por condensación de las demás.

  • Este tipo de caldera obtiene la energía a través del aprovechamiento de la condensación del vapor de agua. Por tanto, este proceso permite el ahorro de combustible de hasta un 15 % en relación con otras calderas de gasoil tradicional. Además, es posible usar combustibles que contengan hasta un 20 % de biocombustible.
  • El funcionamiento consiste en la combustión del gasoil hasta que se produce el vapor de agua. A partir de ese momento, los electrodos ocasionan una descarga eléctrica que prende fuego al gasoil calentando el intercambiador del calor. Por su parte, este calienta el agua que circula por el circuito de tuberías dispuestas alrededor de la casa.

Ventajas de las calderas por condensación

Por un lado, estos generadores de calor se adaptan a las necesidades actuales dada la instalación de un sistema híbrido que complementa la falta de energía solar térmica. Así pues, la capacidad de calentamiento del sistema lo convierte en el más recomendable para viviendas unifamiliares grandes y aisladas, ya que es capaz de calentar estancias en cortos periodos de tiempo. Además, están indicadas para los suelos radiantes y radiadores de baja temperatura.

Por otro lado, el coste de inversión es muchísimo menor si se compara con la infraestructura que requiere la biomasa o la energía solar. Este sistema es compatible con los sistemas de radiadores convencionales.



El mantenimiento es simple y está regulado por la ley, obligando al usuario a realizarlo una vez al año. Se recomienda en cualquier caso que esta manipulación sea llevada a cabo por un técnico homologado.

¿Cuáles son sus desventajas?

Como es natural, este tipo de instalaciones también posee algunos contratiempos entorno a su instalación y contaminación.

  • El inconveniente que presenta es que requiere la disposición de un espacio en la vivienda para instalar de manera permanente el depósito de gasoil. Evidentemente, este depósito ha de ser rellenado para evitar que quede totalmente vacío.
  • A diferencia de las calderas convencionales, estas han de disponer de un sistema de evacuación de humos de combustión. Por añadidura, la conducción de los humos debe realizarse con materiales especiales.
  • A su vez, si se compara el nivel de contaminación de estas calderas, aquellas de biomasa y gas natural son más respetuosas con el medioambiente. Sin embargo, el proceso de calentamiento reutiliza el calor de los gases que se producen durante la combustión de carburante. Y, asimismo, alcanza un rendimiento de un 20 % llegando incluso hasta el 100 %, a pesar de trabajar a temperaturas por debajo de los 50 Cº.

¿Qué criterios son determinantes en la elección de la más adecuada?

A la hora de adquirir una caldera es necesario tener en cuenta factores como la potencia, el combustible y el rendimiento energético entre otros.

Otro factor decisivo es el tipo de cámara de combustión que será primordial para ganar en ahorro en consumo. Este ahorro va a depender de por dónde se aspire el aire de combustión y el sistema de aprovechamiento del calor. Es importante mencionar que, dentro de las calderas de gasoil, este tipo tiene la característica de reducir hasta un 70 % la emisión de NOx y CO2.

En conclusión, es recomendable la elección de una marca con experiencia en el mercado que ofrezca la instalación de mano de profesionales. Además del cumplimiento con la Directiva ErP de eficiencia energética.

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