5 características básicas de las ciudades sostenibles

Para poder hablar de las ciudades sostenibles, hay que remitirnos a las Naciones Unidas y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. En concreto, el objetivo 12 trata las características básicas de las ciudades sostenibles. Principalmente, se basa en aprovisionar a sus ciudadanos con calidad y el menor impacto medioambiental. Por ello, desde hace algunos años, las ciudades ha ido cambiando sus modelos energéticos.

¿Qué elementos debe tener una ciudad sostenible?

La sostenibilidad se refiere principalmente al autoabastecimiento y a la durabilidad. Es decir, debe haber un equilibrio entre desarrollo y bienestar. Como es natural, este equilibrio afecta tanto al medioambiente como a los ciudadanos. Por lo tanto, impulsa una protección de la naturaleza sin desatender a los mismos ciudadanos.

Para lograr la sostenibilidad, una ciudad mostrará los siguientes elementos:

Acceso a recursos básicos

Este aspecto se centra en conseguir que los ciudadanos disfruten de infraestructura y servicios de calidad. Consecuentemente,  es importante proveerles el acceso a recursos básicos diarios de manera pública. Así como el acceso a centros de salud y de educación de calidad y pública que son los principales. Por otra parte, tenemos transporte público, seguridad, calidad de agua y aire, entre otros. Estrictamente hablando, podemos relacionarlo con el objetivo 2 (hambre cero). Así mismo, con el objetivo 3 (salud y bienestar) y 4 (educación de calidad).

Renovación urbana

El objetivo es mejorar la eficiencia energética en zonas comunes urbanas. De esta manera, reduciendo el consumo energético en viviendas o establecimientos. Por ello, es necesario adaptar calles, parques, plazas, etc. Por supuesto, conservando el patrimonio cultural dentro de una ciudad moderna. Guarda relación con los objetivos 7 (energía asequible y no contaminante) y 9 (industria, innovación e infraestructura). Lógicamente, depende de la inversión en infraestructura.

Reducción del CO2

Los gases de efecto invernadero y, sobre todo, el CO2 son perjudiciales para la capa de ozono y el medioambiente. Por ello, para evitar las emisiones de CO2 hay que promover nuevas medidas de transporte más ecológicas. Así mismo, podemos utilizar más el transporte público y promover a que se renueven a vehículos eléctricos. También, se hace resaltar la idea del uso de las energías renovables y el ahorro tanto en energía como en agua. Este lo podemos relacionar con los objetivos 7 y 13 (acción por el clima).

Comercio justo

La idea primordial en este sentido es estar contra del consumo desmedido. Además,  promueve la compra local y a las productoras que respeten el medioambiente. Al hacer una compra de productos ecológicos, puedes contribuir a una vida sana. De esta manera, la vida sana se aplicará a los agricultores y al planeta en sí. Por ello, el comercio justo es una acción que parte de las empresas y el consumidor. En pocas  palabras, está vinculado a los objetivos 9 y 12 (producción y consumo responsables) de la ONU.

Reducir, reutilizar y reciclar

La triple R ayuda a que se reduzca la producción de residuos y fomenta la protección del medioambiente. Al realizar un cambio en el trato de residuos, se reduce la contaminación del medioambiente. Esta última característica se puede relacionar con el objetivo 13.

Como podéis ver, se necesitan muchos elementos para poder conseguir una ciudad sostenible. En el sentido, el objetivo principal es conseguir que la ciudad limpia y con una infraestructura apropiada. Todo esto se puede lograr si aportamos nuestras propias medidas y seguimos el objetivo 17, (alianzas para lograr los objetivos). Además, gracias a la tecnología estos objetivos pueden llevarse a cabo. Solo es necesaria la voluntad de los pueblos y la modulación de los hábitos de consumo.

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Bibliografía [+]