Sostenibilidad

5 características de las finanzas sostenibles

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Las finanzas sostenibles han crecido en la Unión Europea un 26 % y han llegado a alcanzar los 215 000 millones de euros. Además, este tipo de finanzas son una herramienta para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la Unión Europea. Asimismo, sirven para cumplir los compromisos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Finanzas sostenibles: qué son y por qué se caracterizan

Principalmente, las finanzas sostenibles consisten en realizar inversiones socialmente responsables. Por ello,  se refiere a la inclusión de factores medioambientales para tomar decisiones.  Además, aquí se mezclan los criterios financieros tradicionales con parámetros medioambientales y sociales. Estos factores afectan de manera significativa a las empresas y gobiernos en los que se invierte.



A continuación, os mostraremos las cinco principales características de las finanzas sostenibles:

  1. se tienen en cuenta los desarrollos tecnológicos y políticos;
  2. hacen un análisis más exacto de las prácticas de mercado;
  3. instan a invertir en actividades que contribuyan a los objetivos medioambientales;
  4. incluyen actividades con impacto positivo para el medioambiente, con el fin de mejorarlo;
  5. los productos de inversión o fondos verdes deben regularse y divulgarse a través de las instituciones financieras.

Objetivos de las finanzas sostenibles

Además, a la hora de invertir se busca algo más que la simple rentabilidad. De hechos, se busca contribuir al desarrollo sostenible en términos económicos, sociales y medioambientales. A continuación, se relacionan los objetivos de realizar una inversión financiera sostenible:

  • preservar y recuperar los valores ecológicos;
  • aumentar la diversidad cultural;
  • mejorar el bienestar social; y
  • asegurar la actividad económica, la prosperidad y competitividad, tanto a corto como a largo plazo.

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Plan de finanzas sostenibles de la Unión Europea

Asimismo, la Unión Europea tiene un plan de acción en relación con las finanzas sostenibles. Este plan está basado en recomendaciones de los expertos financieros. Por ejemplo, estos han calculado que se necesitan 180 000 millones de euros en inversiones sostenibles para cumplir los compromisos del Acuerdo de París. Concretamente, para establecer este plan de finanzas sostenibles es necesario:

  • establecer un lenguaje común para las finanzas sostenibles. Es decir, definir que finanzas se consideran sostenibles y cuáles pueden tener mayor impacto;
  • establecer unas etiquetas verdes. Con ello, los inversores podrán identificar qué inversiones son sostenibles según los requisitos establecidos;
  • establecer la obligación de tener en cuenta criterios de sostenibilidad y de divulgar la información;
  • obligar a las empresas a que asesoren a sus clientes en base a los criterios de sostenibilidad a la hora de invertir;
  • examinar los requisitos de capital aplicables a los bancos y compañías de seguros. Así, se justifican desde el punto del riesgo en la inversión;
  • establecer la necesidad de transparencia en los informes corporativos.

Bonos verdes

Asimismo, los bonos verdes son un instrumento de las finanzas sostenibles. Estos surgieron a raíz de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) creados en la ONU en 2012. Además, los ODS tienen el fin de que los países y compañías mejoren la pobreza, la desigualdad y la protección al medioambiente. Los objetivos de estos bonos verdes son:

  • el acceso al agua limpia y saneamiento;
  • el desarrollo de fuentes de energía asequibles y no contaminantes para abastecer de electricidad;
  • el desarrollo de ciudades sostenibles;
  • la reducción de gases de efecto invernadero.

En resumen, las finanzas sostenibles son mucho más que una simple moda. Pues los inversores son cada vez más conscientes de su importancia. También están presentes sobre todo en aspectos como: la lucha contra el cambio climático o la defensa de los Derechos Humanos. Es verdad que en todas las inversiones existe el peligro de perder el dinero o no conseguir los beneficios esperados. Sin embargo, en las finanzas sostenibles se busca algo más que conseguir beneficios. Se busca conseguir impacto y mejorar el mundo en el que vivimos.

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