Ecología

Consejos para reforzar tu sistema inmune en invierno

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El frío y los cambios de temperatura suelen poner en riesgo nuestro sistema inmunitario durante los meses de invierno. Por eso, los catarros, las gripes y las infecciones respiratorias son las enfermedades más comunes en estas fechas.

En este caso, los suplementos para reforzar tus defensas se convertirán en tus mejores aliados durante los meses más fríos del año. Así que, si quieres prevenir gripes y resfriados, te contamos algunos consejos para que mantengas tu sistema inmunitario fuerte durante el invierno. ¡Apunta los siguientes tips!

6 tips para reforzar el sistema inmunitario

El otoño y el invierno son las dos estaciones en las que nuestro organismo sufre más cambios. Uno de los factores que influyen directamente en el sistema inmune es la reducción de las horas de luz, que provoca un desequilibrio interno en el ritmo circadiano. Esto, a su vez, provoca también una caída de los niveles de serotonina, una situación que nos puede llevar a tener un peor estado de ánimo.

Estudios recientes demuestran que, cuando llega el invierno, también se pueden agravar algunas enfermedades crónicas. Por ejemplo, la artritis reumatoide, las enfermedades cardiacas o el asma. ¿Qué podemos hacer para tener un sistema inmune fuerte?

1. Tomar suplementos de vitaminas

Las vitaminas y los minerales contribuyen a tener un sistema inmunitario más fuerte durante el invierno. Además de obtenerlos a través de la alimentación, los suplementos de vitaminas son esenciales en algunos casos durante los meses más fríos.



Estos suplementos naturales son especialmente necesarios para ciertos grupos de población, como las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, los ancianos o los deportistas. Ello se debe a que tienen unas necesidades nutricionales mayores que las del resto de la población.

Cabe destacar que las vitaminas se dividen en dos grupos:

  • Vitaminas hidrosolubles: Son todas aquellas que se disuelven en agua. Por ejemplo, la vitamina C o B12.
  • Vitaminas liposolubles: Son las vitaminas que el organismo almacena en los tejidos y en las grasas.

2. Incrementar la ingesta de proteínas

Se estima que, durante la edad adulta, necesitamos una ingesta diaria de unos 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal para reforzar el sistema inmune. Por ello, es fundamental no olvidarse de tomar alimentos que contengan proteínas todos los días para reforzar el sistema inmunitario. El pescado, el pollo, la ternera, las legumbres y los frutos secos son alimentos ricos en este nutriente.

3. Tomar probióticos

Cuidar el aparato digestivo también nos ayuda a tener un sistema inmunitario más fuerte y es que, el intestino está lleno de bacterias beneficiosas para nuestra salud. Por ello, los suplementos a base de probióticos nos ayudan a mantener en buen estado la flora intestinal y a asegurarnos una correcta producción de citocinas antiinflamatorias. Estas son esenciales, ya que ayudan a que el organismo genere anticuerpos.

4. Mantener el estrés bajo control

Hormonas como la adrenalina, la dopamina o el cortisol son las responsables de eliminar el estrés, pero también disminuyen la generación de glóbulos blancos, que son las defensas naturales del organismo.

Por lo tanto, cuando tenemos mucho estrés, ponemos a trabajar el sistema hormonal y el organismo recurre a todas estas hormonas inmunosupresoras que debilitan el sistema inmunitario. Para disminuir la sensación de estrés, es fundamental descansar bien, llevar una buena alimentación, practicar meditación y mantener relaciones sociales.

5. Hacer deporte con regularidad

Ya sea de forma moderada o frecuente, la actividad física nos ayuda a reducir la inflamación y a retrasar el envejecimiento. Al fortalecer el sistema inmunitario, el deporte también nos ayuda a evitar posibles enfermedades.

6. Dormir bien

Cuando dormimos, el organismo libera toxinas que nos hacen despertarnos renovados cada mañana. Por ello, es importante tener unos correctos patrones de sueño que nos ayuden a que el organismo esté más fuerte durante el invierno.

Con el cambio de hora del invierno, podemos aprovechar para acostarnos más temprano y sacar el máximo provecho del descanso nocturno.

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