No es un secreto afirmar que las empresas son el motor de la economía. Sin embargo, en muchas ocasiones, suponen el mayor foco de contaminación según las estadísticas. De hecho, algunos de los impuestos que pagan van en función de cuánto impacto tiene su actividad en el medioambiente. Es por ello que las empresas optan por medidas para reducir el impacto ambiental, como, por ejemplo, reciclar, ahorrar agua, políticas ambientales, trabajar con métodos ecointeligentes, etc.
Naturalmente, el impacto medioambiental no es el mismo el de una empresa de textiles que una automovilística. Por ello, cada vez más se refuerzan las medidas para reducir los efectos negativos de la actividad industrial.
En primer lugar, tanto una empresa como cualquier persona, deberían reciclar. Reciclar es un acto inteligente y muy colaborador para reducir el impacto ambiental. Algunas razones para reciclar son:
Trabajar con métodos ecointeligentes puede ser muy beneficioso para cualquier empresa, pero también para el medioambiente. De hecho, cada vez más, nos podemos encontrar con proveedores u otros que buscan sostenibilidad entre clientes y ellos mismos sin repercutirlo en el coste. Hay que recordar que uno de los escollos es el pensar que ser sostenible implica una mayor inversión.
Por ejemplo, cada vez ofrecen más materiales que son reciclados. Ese sistema, lo creamos o no, es un gran paso para reducir el impacto ambiental en las empresas. Por otra parte, existen también modelos de compra responsables donde su principal objetivo es «combatir» el impacto ambiental, y para ello cumplirán una serie de requisitos para alcanzar su meta.
No obstante, a día de hoy, existen muchas políticas medioambientales para ayudar a reducir el impacto ambiental en las empresas. Estas políticas se implantan para cuidar y mejorar el medioambiente, y sobre todo, fomentar el desarrollo sostenible.
En relación con esta idea, las empresas se pondrán unos objetivos, tanto a corto como a largo plazo, para llevar a cabo dichas políticas medioambientales. Desde varias organizaciones, se piden que se vigilen las acciones para evitar así el greenwashing. Además, abogan a que no se pueden quedar atrás e insisten en que han de dar ejemplo con mecanismos que ayudan al medioambiente.
Por último, otra medida para reducir el impacto ambiental en las empresas es la reducción en el consumo de:
Es verdad que a veces no nos damos cuenta de cuánta luz gastamos, cuánta agua utilizamos, etc. Por ejemplo, en cuanto a la luz, gracias a los avances en este terreno, existen muchas alternativas a las bombillas de toda la vida. Hoy en día, contamos con sistema de calefacción, generadores de energía y hasta sistema de luminarias perfectos para reducir costes y ayudar con el medioambiente. Desde luego, gracias a las iniciativas, que se han puesto en marcha en los últimos años, podemos decir que son más las empresas que se suben al carro de la sostenibilidad.
Con un poquito de información y conocimiento, las empresas lograrán reducir el impacto ambiental, y el medioambiente lo agradecerá.