El plástico es uno de los materiales más utilizados a día de hoy, pero también uno de los que más tardan en degradarse. Por eso es tan importante depositar el plástico en el contenedor amarillo, de forma que se puede reciclar correctamente. Hay varios métodos de reciclaje de plástico, aunque los dos que más se utilizan son el mecánico y el químico. En cualquier caso, ambos métodos tienen el mismo inicio, la recogida selectiva de los plásticos en el contenedor amarillo. Si lo tiramos otro contenedor, no se puede reciclar.
Cuando el camión de la basura recoge el plástico, este se clasifica según el color y material del que está hecho. Una división en PET, PEAD y mezcla previa al proceso de lavado, compactado y almacenado del plástico. Ahora que tenemos un plástico “limpio”, las plantas de reciclaje los clasifican a partir de las características físicas que tiene. A partir de aquí se les aplica el método mecánico o el químico, y tras una serie de procesos obtenemos nuevas piezas que pueden tener muchas salidas.
Por ejemplo, el plástico reutilizado se puede emplear en la madera plástica tan utilizada en el mobiliario urbano (bancos, vallas, etc.) o para hacer fibra textil en alfombras, cuerdas o incluso en la ropa que vestimos. El sector de la construcción también se beneficia de los plásticos reciclados, ya sea con casos tan evidentes como el de las tuberías u otros más sorprendentes como son los ladrillos. Pero si hay un ejemplo de reciclaje de plástico conocido por todo el mundo es el de las botellas, que en la mayoría de casos de reciclan para obtener más botellas.
A grandes rasgos, este método se basa en cortar las piezas de plástico en pequeños granos que más adelante serán tratados. Este proceso mecánico cuenta con tres etapas, la de trituración, la de lavado y la de granceado, un proceso destinado a homogeneizar el material y cortarlo en pequeños trozos. Cuando se acaba este proceso, se funde la granza y se le da una nueva forma al plástico. Aquí hay diversos métodos, ya que puede hacerse en forma de lámina, se puede utilizar un molde frío para solidificarlo o utilizando moldes a presión, o se pueden formar piezas huecas introduciendo aire a presión.
Ver más: Cómo se clasifican los diferentes tipos de plástico para ser reciclados
La gran alternativa al proceso mecánico es el llamado reciclaje químico. Ya sea a través del calor o de catalizadores, las diferentes piezas de plástico se degradan hasta el punto de que se rompen las macromoléculas que lo componen. Entonces solo quedan las moléculas sencillas, también conocidas como monómeros, sobre los que se pueden aplicar diferentes técnicas que nos permiten obtener otros tipos de plásticos o de combustibles según la técnica que utilicemos.
El método mecánico es el más utilizado en España, aunque si nos fijamos en el resultado final a priori el método químico sería el más eficiente. La razón es simple: al trabajar a partir de moléculas sencillas, el producto resultante es un plástico de la misma calidad que el material original del que se han extraído estos monómeros. En cambio, con el método mecánico las macromoléculas no se llegan a romper.
Quizá en un futuro no muy lejano el método químico se imponga al mecánico, pero en cualquier caso el producto resultante es un plástico de excelente calidad que, como hemos visto, tiene salidas de todo tipo. Además, los plásticos reutilizados son cada vez más populares tanto en la industria como entre los ciudadanos, así que lo único que tenemos que hacer para que esto siga siendo así es reciclar correctamente todos los plásticos.
Estos los diferentes métodos que existen para reciclar el plástico actualmente. Sin embargo, aunque reciclar es fundamental, debemos ser conscientes de la necesidad de reducir el consumo de plásticos para no dañar el medio ambiente. Este material, o mejor dicho, su utilización, está siendo uno de los principales enemigos de nuestro planeta. Por ello, te mostramos los mejores consejos para disminuir el consumo de plásticos en nuestra vida diaria. Rápidamente te darás cuenta la cantidad de plástico innecesario que utilizamos y cómo evitarlo fácilmente. Recuerda que es mejor reducir y reutilizar antes de reciclar.