Pese a las ventajas que nos ha proporcionado la tecnología, la basura electrónica es un problema ambiental. Y te preguntarás ¿qué es exactamente la basura tecnológica? Bien, la chatarra electrónica o RAEE (Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) son los desechos de todos aquellos equipos que funcionan con electricidad o baterías. Si quieres saber más sobre la basura electrónica, sus consecuencias, así como sus posibles soluciones, sigue leyendo.
En primer lugar, la basura tecnológica se produce al desechar aparatos que funcionan gracias a la electricidad. Ya sea que funcionen directamente gracias a esta (aires acondicionados, neveras, microondas, bombillas, reproductores de música, etc.). Por otro lado, o que funcionan por la suministración de energía a las baterías de estos aparatos (un móvil o un ordenador portátil). Generalmente, estos residuos pueden ser de dos tipos:
Ver más: ¿Qué tipo de basura podemos encontrar?
Regularmente, el perjuicio de esta basura reside principalmente en dos vertientes. La primera es que se trata de una basura muy contaminante y extremadamente dañina para la salud. La segunda es que, además, permanece en el medio durante miles de años. Por tanto, las consecuencias de la basura electrónica son muy diversas y afectan a diferentes sectores. A continuación, vamos a ver algunas de ellas:
Hoy en día, la tecnología es parte de nuestra civilización. Por ello, lo mejor que podemos hacer para evitar generar basura electrónica. Así mismo, contar con los aparatos necesarios y darles una vida útil larga. Sin embargo, cuando llega el momento de desecharlos podemos:
Muchos residuos electrónicos acaban en África, en países como Ghana, donde, en teoría, se deben reutilizar o reciclar. El informe Global E-Waste Monitor 2017 desveló que generamos una media de 20 kg de basura electrónica al año. Asimismo, según la UIT, de toda esta basura que generamos, tan solo se recicla un 20 %. Es por ello que debemos poner de nuestra parte y reducir el impacto que estos residuos generan.