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Greenpeace denuncia que ningún país ha logrado gestionar los residuos nucleares de forma segura. De hecho, advierte que la investigación, entorno al almacenamiento geológico, no ha conseguido aportar ninguna solución. Además, según la organización, 2019 es un año decisivo en el debate de los residuos nucleares. Por ello, vamos a explicarte qués son y cómo se procesan.
En primer lugar, los residuos radiactivos son como cualquier producto o material de desecho. Es decir, un elemento para el que no se prevé uso alguno. Sin embargo, como sabrás no todos los residuos son iguales. En el caso de los desechos radioactivos, estos están contaminados con radionucleidos como resultado de procesos nucleares.
La principalmente caracteriza es que son residuos altamente tóxicos ya que emiten radiación. Por si no lo sabes, la radiación es capaz de modificar secuencias genéticas. Es por lo que se toman muchas precauciones a la hora de procesarlos. Lógicamente, podemos encontrar distintos tipos.
En España, los residuos radiactivos están clasificados según la gestión final que se les debe realizar. Además, esta clasificación está basada en la actividad inicial de los residuos. Así mismo, como según el período de semidesintegración (tiempo que tardan los isótopos radiactivos en reducir su actividad a la mitad) de los radionucleidos. En España, los residuos radiactivos se clasifican de la siguiente forma:
A su vez, estas 5 clasificaciones se agrupan en tres categorías principales.
La primera de ellas es RBMA (Residuos de Baja y Media Actividad). Estos son aquellos residuos cuyos radionucleidos mayoritarios tienen un período de semidesintegración más bajo o igual a 30 años. Además, su nivel de radiactividad se sitúa entre algunas decenas de Bq/g (becquereles por gramo) y unos 1 000 000 Bq/g.
El segundo grupo es el RBBA (Residuos de Muy Baja Actividad). Estos son residuos que solo alcanzan unas concentraciones de actividad del orden de 10 a 1.000 Bq/g. Tras un período temporal de 5 años decaen significativamente.
Por último, el tercer grupo es el de RAA (Residuos de Alta Actividad). Son residuos que contienen unas considerables concentraciones de radionucleidos o isótopos radiactivos. Asimismo, tienen períodos de semidesintegración superiores a 30 años y pueden llegar a estar activos durante decenas de miles de años.
Ver más: Causas y peligros de la contaminación radiactiva
España cuenta con un almacén destinado al almacenaje de residuos nucleares de baja y media actividad. Este almacén se encuentra en El Cabril (Córdoba). En cuanto al proceso podemos destacar:
En primer lugar, los residuos se introducen en contenedores de hormigón y cuando este rebasa su capacidad, se inmoviliza y se introducen en la celda de almacenamiento. A su vez, esta celda se cierra utilizando una losa de hormigón armado y después se impermeabiliza. Por último, se tapa todo con una cobertura que se ha formado con varias capas impermeabilizantes y drenantes. En la mayoría de los casos, se cubre con tierra vegetal para que se pueda integrar en el entorno. Por lo que, dependiendo del tipo de residuo, su duración puede ser de entre 60 y 300 años.
A simple vista, el problema se relaciona con la capacidad y el espacio. Actualmente, se intentan buscar otras vías de almacenamiento. De hecho, en España se presentará un nuevo plan de residuos radiactivos. Sin embargo, Greenpeace considera que la primera medida debe ser la de paralizar la producción de residuos radiactivos y que cada industria debe gestionar sus propios residuos.
Como ves, los residuos radiactivos pueden ser muy peligrosos para el medioambiente. Por esta razón, es vital poder procesarlos de una manera correcta y eficaz. Es evidente que eso residuos altamente contaminantes y cuyos riesgos podrían ser catastróficos.