La acumulación de enormes cantidades de residuos en los mares y océanos del planeta es una amenaza. Junto con el calentamiento del océano y el aumento del nivel del mar son peores amenazas. Asimismo, cada vez más estudios confirman la existencia de residuos producidos por el ser humano. En efecto, el Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas pone en alerta por el aumento de las islas de basura.
Actualmente, hay cerca de 13.000 trozos de plástico por cada kilómetro cuadrado en el océano.
Se denominan islas de basura o islas de plásticos a la ingente concentración objetos de plástico, que junto con otros residuos, se acumulan en una parte del océano o mar. A grandes rasgos, las causas principales de esta acumulación masiva son:
Estas islas no son algo nuevo. De hecho, se han estudiado e identificado durante más de 30 años. Además, se sabe que la concentración más grande registrada se ha identificado en el Pacífico. Por eso, se suele hablar de islas de plástico del Pacífico.
La cruda realidad es que estas islas , cada año, causan unas 100.000 muertes de animales marinos por asfixia, ahogamiento o heridas graves.
Aunque la isla de plástico más importante ha sido ubicada en el océano Pacífico, no es la única. No obstante, esta es la que más preocupa a los científicos. Principalmente, porque tiene una superficie más grande que el estado de Texas (697.000 km2). Desde que se descubrió en 1988, se han llevado a cabo diferentes planes de saneamiento sin mucho éxito. Esto se debe a que la inversión es gigante y porque siguen llegando más desechos y plásticos.
Seguidamente, se descubrió la mancha de basura del Atlántico y, más tarde, en 2011 se reconoció otra del Pacífico Sur. Hasta 2016, se contaron 5 islas de gran dimensión, pero se registran más alrededor del planeta de menor superficie.
Se han formado a partir de aquellos residuos que no se reciclan y llegan al mar despedazados. Después, se dirigen hasta grandes corrientes marinas denominadas «giros oceánicos». Allí, la circulación de agua y aire es considerablemente contundente y rápida para que confluyan tantos residuos al mismo tiempo.
Según estudios de universidades estadounidenses, de las 79.000 toneladas de plásticos, la mayoría son deshechos de equipos de pesca. Las redes de pesca significan el 46 % de la basura. No obstante, el resto está formado por cuerdas, equipo de pesca de ostras, cestas, jaulas y anguilas. De igual manera que estos materiales sirven para darles caza, numerosas especies marinas quedan atrapadas incluso cuando ya no sirven. En resumen, estos materiales que una vez son abandonados en el mar, torturan a tortugas, ballenas y focas. También reciben el nombre de «redes fantasmas».
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Tras la identificación de la procedencia de estos objetos flotantes, se ha podido reconocer su procedencia. Se han reconocido 386 objetos con texto escrito en 9 idiomas diferentes. De hecho, oceanógrafos de Ocean Cleanup afirman que contrario a lo que se quiere hacer creer, los plásticos no son de consumidores. La mayor parte de plásticos y residuos parecen estar situados en regiones costeras. Además, el informe Foresight Future of the Sea alerta que se llegará a tres veces la cantidad actual para 2050.
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En concreto, este informe ha sugerido una forma de controlar estos residuos acumulados. Básicamente, consiste en el posicionamiento de una nave flotante sostenible en forma de U. Así navegará recogiendo los plásticos hasta traerlos a un barco de reciclaje. Esta barrera en forma de U mantiene los residuos en el mismo lugar para poder recogerlos. Indudablemente, es un problema que está afectando a muchas especies marinas. Sin embargo, nada fácil de abarcar. Por ello, se insiste en la concienciación de la población y la acción de los gobierno.