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La desconexión con la naturaleza en la ciudad está haciendo a muchos buscar cualquier vía para acercarse a ella. Así, la idea de cultivar unas pocas hortalizas en un rincón abierto de la casa parece haber ayudado a muchos. Aunque sea un mínimo, rodearte de plantas y conseguir que den sus frutos parece funcionar bastante bien para conectar con la naturaleza. ¿Quieres probarlo tú también?
Lo primero será buscar un lugar adecuado. Lo ideal es una terraza o balcón. Sin embargo, un tendedero o cualquier lugar donde entre suficiente luz solar puede ser suficiente. Las plantas necesitan al menos 6 horas de sol al día, por lo que la orientación juega un papel importante.
Una vez decidido el lugar, podrás poner las plantas seleccionadas en su nuevo hogar. Para ello tendrás que estudiar el espacio del que dispones. Si es muy reducido, podrás optar por jardineras colgadas de la barandilla. En cambio, si tienes una buena terraza o un patio, hay multitud de muebles que puedes utilizar para crear tu huerto. Están pensados para dar espacio a la planta, y maximizar la superficie de cultivo. Además, no solo son de lo más práctico, sino que también favorecen la estética del hogar.
En cualquier caso, si eres un manitas, siempre puedes crearlos tú mismo a tu gusto.
Una vez creado el huerto urbano, toca pensar en asegurar el bienestar de tus futuras plantas. Si bien lo ideal sería contar con una toma de agua, no siempre es posible. En ese caso, tienes dos opciones. Por un lado, puedes utilizar una regadera, aunque te supondrá algún paseo más por la casa.
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Por otro lado, si prefieres desentenderte un poco más, puedes instalar un sistema que controle el suministro de agua. Así, la toma de agua te ahorrará por completo los paseos. Si no tienes este sistema, tendrás que utilizar algún recipiente, aunque también te causará algún que otro paseo por la casa. No obstante, si instalas un temporizador solo tendrás que echarle un ojo una vez al día. O incluso cada varios días si tiene suficiente capacidad. Conoce algunos sistemas de riego eficiente para tu huerto y poder ahorrar agua.
No hay que olvidarse de que, con el paso del tiempo, los nutrientes de las jardineras van disminuyendo. Recuerda que tu huerto no está en el campo, donde las lombrices y las bacterias remueven el suelo.
Por eso, se recomienda el uso de humus líquido cada cierto tiempo. Así mantendremos la calidad del sustrato.
Este paso incluye saber de qué forma vamos a plantar nuestro huerto: puedes utilizar semillas o comprar brotes en centros de jardinería. Desde aquí te recomendamos las semillas. Son la opción más económica y la planta crece desde el principio aclimatada a tu huerto. Sin embargo, si se te ha pasado la época de siembra o no consigues que germinen, puedes optar por la segunda opción.
Además del método, debes pensar qué especies deseas cultivar. Procura que sean poco exigentes con el suelo y que tengan fácil salida en la cocina. Unas lechugas, perejil, o plantas aromáticas mediterráneas servirán para tener un huerto con el que sentirse satisfecho.
En caso de utilizar fertilizante, te animamos a que sea ecológico. Estos fertilizantes evitan el uso de químicos directamente. En su lugar, aportan los microorganismos que los producen de manera natural. Ya que vas a obtener tus propias hortalizas en plena ciudad, ¿qué menos que procurar una mejor calidad?
Para terminar, recuerda vigilar tus plantas, comprobar el agua y que el riego sea adecuado. También tendrás que colocar guías en algunas de ellas para que produzcan frutos. Y, sobre todo, presta atención a las hojas y tallos, tanto por si están demasiado secas como ante posibles plagas o enfermedades. Cuida tu huerto y sus frutos te cuidarán a ti.