¿Cuáles son las diferentes ramas de la ecología?

Si hay un término de actualidad desde hace unos años ese es el de Ecología. Lo utilizamos probablemente sin recordar que se trata de una ciencia. En concreto la que se encarga de estudiar las interacciones entre los seres vivos y con su entorno. Una materia muy extensa que se entiende mejor profundizando en cuáles son las diferentes ramas de la ecología y de qué se ocupa cada una.

La ecología puede centrarse en estudiar los seres vivos, en sus relaciones o enfocar su interés en cómo se desenvuelven en su hábitat. Un vistazo sobre los ecólogos más importantes, como el darwinista Ernst Haeckel (1834-1919) o el padre del ecosistema ecológico, Eugene P. Odum (1913-2002); el oceanógrafo Ramón Margalef (1919-2004) y el conocido como “apóstol del árbol”, Miguel Ángel de Quevedo y Zubieta (1862-1946), asienta la idea de que son muchos y muy distintos los enfoques y especialidades que se integran en este conocimiento. ¡Vayamos por partes!

¿De qué se ocupan las distintas ramas de la ecología?

No se puede entender el universo de la Ecología sin conocer los campos y estudios que la componen. Estos son los principales:

• Ecología Individual. Se ocupa de analizar los organismos como seres particulares, observándolos en comparación con otros para encontrar similitudes y diferencias, para determinar los rasgos que definen cada especie, sus sistemas reproductivos o procesos metabólicos y datos similares. Por ejemplo, es la rama que nos responde cuestiones como, cuánto vive una ballena, cómo se reproduce o qué movimientos le permiten trasladarse.
• Ecología poblacional. En este caso, lo que importa son las poblaciones de una misma especie: su conducta, su ciclo vital y cómo se relacionan con otras especies. Estos estudios son los que nos han enseñado los movimientos migratorios de las aves.
• Ecología comunitaria. No se debe confundir con la rama anterior. La comunitaria toma al conjunto de especies que se desarrollan en un entorno y analiza sus relaciones. Se mueven en el análisis de las cadenas tróficas o explicando las dinámicas entre presa/depredador.
• Ecología jerárquica. Lo que les importa a estos científicos es la organización de los seres vivos. La clasificación clásica de átomos, células, tejidos, órganos, organismos, poblaciones y ecosistemas, para acabar con el concepto de biosfera.
• Ecología del ecosistema. Concibe un ecosistema como un todo y analiza las relaciones de dependencia entre ese hábitat y los organismos que lo pueblan. Relaciones como las de una planta y los hongos que necesita para que descompongan el material orgánico que produce la primera. Otro de los asuntos en los que detienen es en la medición de los distintos materiales que hay en la naturaleza, como fósforo, hierro o magnesio.
• Ecología molecular. Es la implementación de técnicas de genética molecular para investigar problemas ecológicos. Toda una auténtica revolución que está aportando descubrimientos curiosos.
• Ecología biogeográfica. Estudia la distribución de los distintos organismos en un espacio concreto y cómo evolucionan con el paso del tiempo.

Ecología conductual

Hemos reservado un sitio a parte para la conocida como Ecología conductual, la que se dedica a estudiar las conductas y comportamientos de los organismos dentro de su entorno y que tiene tres variantes:

• Cognitiva: pone el foco en la manera en la que una especie percibe su entorno y cómo este influye en su desarrollo.
• Social: centrada en especies de animales eusociales, esto es, que viven en sociedades muy complejas donde cada individuo tiene un papel muy concreto e imprescindible para la supervivencia de la comunidad. El ejemplo más típico de estas especies es el de las hormigas.
• Coevolución: última al hablar de cuáles son las diferentes ramas de la ecología. Examina las relaciones entre dos especies que se asocian para conseguir un bien común. Un ejemplo lo tenemos los humanos en nuestro interior, donde coexisten bacterias necesarias para nuestros procesos digestivos.

Estas son las diferentes ramas que posee la ecología como ciencia. Es importante conocerla para saber cómo funciona y cómo podemos luchar por la conservación del medioambiente, tan amenazado por la actividad humana en los últimos años.