Estamos a pocas semanas de que llegue el invierno, y con esta estación llegan también el frío, las lluvias, la nieve y las heladas. Si te apasiona la agricultura ecológica y quieres cuidar tu jardín o huerto urbano, te damos unos cuantos consejos para cuidar los árboles frutales en invierno, a continuación.
Al llegar el invierno muchos árboles frutales, especialmente los más jóvenes, pueden sufrir las consecuencias de las bajas temperaturas y de las heladas nocturnas que son tan típicas en esta época del año.
Aunque bien es cierto que algunas variedades de árboles, como por ejemplo el manzano, necesitan el frío del invierno para poder crecer con más fuerza y vigor en primavera, otros como los cítricos precisan de una protección especial frente a las bajas temperaturas de esta estación.
Si tienes un huerto urbano, te contamos una serie de consejos que debes seguir si quieres proteger y cuidar los árboles frutales en invierno:
En esta época del año la tierra de los frutales se encuentra muy compacta, lo que impide que los árboles absorban correctamente los nuevos abonos orgánicos que son ricos en nitrógeno.
Para airear la tierra correctamente debes tener en cuenta que la tierra debe estar húmeda. Por ello, lo ideal es que la mojes a conciencia un par de días antes de comenzar con la labor de airear y mullir. Y es que, sólo de esta forma podrás trabajar la tierra sin que ésta ofrezca resistencia.
Lo ideal para airear correctamente la tierra es cavar en torno a 20 o 25 centímetros de la superficie de cultivo, y así podrás mezclar la tierra nueva y rica en nutrientes, con la tierra ya existente.
Antes de empezar, debes saber que cada especie de árbol frutal precisa de un tipo de poda diferente. Además, la poda de los frutales debe llevarse a cabo siempre desde el mismo momento de la plantación.
El mejor momento para podar un árbol frutal es durante el verano y el otoño, con el objetivo de prepararlo para los meses de invierno. En esta poda tan sólo es necesario pinzar los brotes más vigorosos para provocar la aparición de ramas laterales menos vigorosas y portadoras de yemas de flor.
La técnica del injerto es una forma de multiplicación o de reproducción en árboles frutales, y se lleva a cabo a través del corte de una rama para insertarla posteriormente en otro árbol.
Antes de la apertura de las yemas y de que nazca nueva vegetación, es conveniente aplicar a cada árbol frutal un fungicida para evitar las plagas y órganos contaminantes que invaden los frutos del árbol tras el invierno.
Estos productos actúan protegiendo y previniendo la entrada de hongos y plagas que quedan invernando en las arrugas o grietas de tronco y ramas del árbol. Por ello, es tan importante la prevención en los meses de invierno.
La mejor solución para evitar que los árboles frutales sufran las consecuencias de las bajas temperaturas es cubrirlos con mantas térmicas. Sin embargo, antes de hacerlo, es importante que compruebes que las hojas mantienen su color verde, ya que en caso de que las hojas empiecen a estar amarillentas, será necesario añadirle al agua de riego un abono líquido con guano.
Una vez que hayas comprobado esto, puedes proceder a extender la manta térmica sobre los árboles y plantas asegurándote de que se agarra bien a la base. Recuerda que una manta o malla térmica es siempre mejor que un plástico, ya que el plástico suele crear unas condiciones de humedad muy altas.
Siguiendo estos consejos conseguirás cuidar tus árboles frutales en invierno y que sobrevivan a las bajas temperaturas sin contratiempos.