Hoy en día, existen muchos métodos que sirven para evaluar la actividad humana en el medioambiente. Estos métodos se basan en criterios técnicos, económicos, ambientales y sociales. Gracias a ellos, los expertos en este ámbito son capaces de obtener resultados del impacto medioambiental. En consecuencia, estos pueden ser positivos o negativos. El procedimiento más conocido en la actualidad es la evaluación del impacto ambiental. Si estás interesado en averiguar qué es o cómo se realiza, ¡sigue leyendo!
Es un procedimiento que evalúa y describe el impacto ambiental de un proyecto en un entorno (Salvador, 2005). También se la conoce por las siglas EIA. En primer lugar, se miden los efectos de ese proyecto. Y, más adelante, las autoridades lo aceptan, lo eliminan o lo cambian. Generalmente, este informe lo realiza la administración competente en la materia y, más tarde, lo presenta al órgano sustantivo. Por ello, ese órgano es el que adopta o aprueba un plan o un programa.
Esta práctica ya se realiza con frecuencia en muchos países. Sin embargo, las legislaciones temen que las consecuencias de la evaluación de un proyecto puedan ser muy peligrosas. Sin mencionar que puede que afecten al medioambiente. Su origen se encuentra en la legislación estadounidense a finales de los 60. Esta misma se ha ido expandiendo a otros lugares.
Las fases principales para realizar una evaluación de impacto ambiental son las siguientes:
Cada legislación requiere evaluaciones según la actividad que se realiza y el grado de detalle. Por ello, los tipos más característicos son:
Si se utilizan estos métodos se añade un desafío en el desarrollo de proyectos. Además, contribuye de forma positiva al medioambiente. Al evaluar los impactos en el entorno natural, cuidamos el medioambiente. Y también la biodiversidad, los espacios naturales, etc. Para ello, es necesario concienciar sobre la adopción de medidas preventivas para reducir el impacto ambiental. Algunas de estas medidas es la EIA, que ayuda a disminuir la actividad negativa.
Para finalizar, la EIA representa uno de los mejores procedimientos para la protección medioambiental. Gracias a esta medida, los expertos y técnicos pueden prever las consecuencias ambientales de la actividad humana. Que pueden ser positivas y negativas. Además, también ayudará a potenciar el desarrollo sostenible y a conservar los recursos naturales de los que dispone el ser humano.
Salvador, A. G. (2005). Evaluación de impacto ambiental. Madrid: Pearson-Prentice Hall.