Árbol kiri: ventajas e inconvenientes para el medioambiente

Recientemente, el árbol kiri, también conocido como «árbol emperatriz», ha surgido como una posible solución medioambiental. Por ejemplo, responde positivamente a los problemas relacionados con la deforestación y con la desertización. Incluso se habla de que reduce el CO2 en la atmósfera. Sin embargo, a pesar de ofrecer claras ventajas, hay otros inconvenientes que mantienen en alerta a los expertos.

¿Qué es el árbol kiri?

Su nombre científico es Paulownia tormentosa y pertenece a la misma familia que la Digitalis purpurea (dedaleras). Originariamente, crece en Asia, alrededor de Japón, China, Corea, etc.; siempre por debajo de los 1 800 m de altitud.

Se estima que puede alcanzar casi 30 m de altura, aunque solo fuera de su hábitat natural. Se caracteriza por tener una madera clara y hojas de grandes dimensiones. Por otro lado, sus flores son muy vistosas. Por esa razón, lleva siglos exportándose como planta ornamental a Europa y América.

¿Qué ventajas tiene esta especie?

Según algunos expertos, este árbol podría poner fin a problemas relacionados con la pérdida de bosques en el mundo. ¿Por qué parece ser la solución?

Pues se debe a que:

• tiene un crecimiento extremadamente rápido (hasta 2 cm al día);
• cubre zonas que han sufrido incendios;
• puede llegar a crecer en zonas que sufren desertización;
• tiene una alta tolerancia a la contaminación;
• absorbe más dióxido de carbono que muchas plantas;
• es resistente a plagas y enfermedades;
• se adapta fácilmente a ambientes lejanos a su lugar de origen; y
• su madera es valiosa como explotación.

Pero ya te imaginarás que no es oro todo lo que reluce. Y es que este árbol tiene algunos problemas propios. Además de aquellos que acompañan a cualquier especie foránea cuando llega a otro hábitat.

¿Qué desventajas puede tener este árbol?

No se ha mencionado su parentesco con las dedaleras en vano. Las flores del árbol kiri no son tóxicas como las dedaleras. Sin embargo, sí que producen sustancias que inhiben el crecimiento de otras especies a su alrededor. En su hábitat natural, convive con especie resistentes y para las cuales resulta inocua. Sin embargo, se ha demostrado que perjudica gravemente en el ciclo de otras especies.

Por otro lado, también sustituye a las especies autóctonas de alta resistencia al fuego. Esto es debido a que crece a mayor velocidad. En consecuencia, quita oportunidad a las especies locales de recuperar el terreno perdido contra las llamas.

Es más, sus semillas reconocen señales físico-químicas tras un incendio que estimulan su rápida germinación. Por lo cual, lejos de ser la solución, muchos grupos ecologistas opinan que podría ser una especie invasora.

¿Es el árbol kiri un invasor?

Cuando se introduce una especie en un hábitat de forma artificial, podrían surgir problemas medioambientales graves. Por ello, en muchos aeropuertos se controla qué plantas o animales entran en un país. En el caso del árbol kiri:

• los animales autóctonos no lo tienen por qué reconocer como alimento. Además, si reprime el crecimiento de las especies locales, puede acabar con el alimento de la región invadida;
• existen especies de aves que sólo anidan en una especie de árbol concreta, por lo que pierden su hábitat; y
• su rápido crecimiento supone la absorción de nutrientes a una velocidad por encima de la tolerancia de muchos terrenos.

Podemos concluir que esta planta puede llegar a ser una solución desesperada ante una inminente desertización. Sin embargo, no podemos introducir especies foráneas sin alterar el hábitat de otras. Incluso en los desiertos existen animales y plantas adaptados a ese terreno y clima.

Fuentes consultadas:

• The New York Times.(2002). A Beautiful Tree That Shows a Sinister Side. Pág. 14.
• Texas Invasive Species Institute. Paulownia tomentosa.