tchara || Shutterstock
Puede ser que te plantees la instalación de una caldera de biomasa en tu hogar para utilizar una energía más limpia que la convencional. La biomasa es una de las renovables que más ha crecido en los últimos tiempos, y una de las principales razones es precisamente su carácter renovable. Sin embargo, la biomasa también tiene sus inconvenientes así que antes de tomar cualquier decisión es interesante conocer los pros y contras de la biomasa para poder opinar con un buen conocimiento sobre el tema.
Podemos dividir las ventajas de la biomasa en los beneficios para el medio ambiente y económicos. Uno de los aspectos más destacados es que es neutral en cuanto a las emisiones de carbono, ya que forma parte del ciclo del carbono. Así, el carbono emitido a la atmósfera durante el proceso acaba siendo absorbido de nuevo por las plantas que se utilizan para la producción de biomasa y el ciclo se vuelve a repetir. Por eso podemos afirmar que la biomasa no contribuye al calentamiento global.
A parte de ser una energía limpia y sin emisiones contaminantes -tampoco emite partículas sólidas-, la biomasa es una fuente de energía renovable. En todo el mundo contamos con la posibilidad de acceder fuentes de biomasa, como los restos de la cosecha, la madera o la basura orgánica. Es más, en el periodo de transformación de las fuentes de biomasa en biocombustibles -dura un año, aproximadamente- se genera una cantidad equivalente de recursos potenciales que se pueden usar como materia prima. Es abundante e infinita.
Si nos centramos en los beneficios económicos de la biomasa, que también están relacionados con los medioambientales, nos encontramos con que es una forma más de dar salida a los residuos que se producen en granjas, explotaciones agrícolas o incluso en las ciudades. Es una forma mucho más económica de gestionar esos residuos, ya que los aprovechamos. En este sentido, la biomasa es una opción para que los agricultores renueven sus cultivos y apuesten por una biomasa que puede ser más rentable frente al monocultivo. Así, contribuye al desarrollo del medio rural.
Finalmente, hay que destacar que la energía de la biomasa puede llegar a ser hasta un tercio más barata que la obtenida de los combustibles fósiles, hablando siempre de idénticas cantidades. Esto la convierte en una alternativa mucho más económica al petróleo, y nos ayuda a entender por qué ha experimentado este gran crecimiento a medida que se disparaba el precio del crudo. De este modo, la biomasa nos ayuda a reducir la extrema dependencia de los combustibles fósiles, uno de los grandes problemas de la economía mundial.
La apuesta por la biomasa también tiene sus efectos negativos para le medio ambiente, ya que no son pocos los casos en los que se han dedicado grandes zonas de bosque o selva al cultivo de biomasa que han traído consigo la destrucción de hábitats de un importante valor ecológico. Un mal uso de la biomasa puede favorecer la deforestación y destrucción de estos hábitats, afectando a todo tipo de animales que se ven obligados a desplazarse, provocando incluso la extinción de especies en los casos más extremos.
El otro hándicap importante de la biomasa es que requiere espacio. Y mucho. Todos los procesos del ciclo de la biomasa nos exigen grandes superficies, tanto de cultivo como de almacenamiento o a la hora de transformas la biomasa en energía. Esto hace que en ciertos lugares y bajo unas condiciones determinadas la producción de la biomasa sea cara. Aquí podemos incluir las dificultades para su transporte, que no siempre se solucionan fácilmente.