Muchas veces nos encontramos con productos envueltos en plástico de manera totalmente innecesaria. Cada europeo gasta una media de 31 kg de plástico solo de envoltorios cada año. Es por eso que surge la idea de los plastic attack. En Inglaterra, un grupo de activistas quedaron un día para hacer la compra, y reivindicar la reducción del uso de plástico. No se imaginaban que un gesto simbólico como aquel fuera a popularizarse por todo el mundo.
Es el nombre que se ganó con el tiempo aquella reivindicación inglesa. Los activistas fueron en grupo a hacer la compra, y, una vez fuera, se deshicieron del plástico innecesario. Sin embargo, esto no sería un «ataque» si fuera a quedarse así.
Tras juntar todos sus plásticos innecesarios, volvieron a entrar al supermercado y los tiraron por todas partes. Así, el supermercado tendría que esforzarse en recogerlo. La idea era que esta acción alertase al supermercado y decidieran reducir sus envoltorios de plástico.
Aunque normalmente la concienciación es suficiente, en este caso no vale con las acciones individuales. Si una sola persona quisiera llevar a cabo un ataque tendría que comprar mucho. Además, tendría que asegurarse de que todo está envuelto en plástico, y eso lanzaría un mensaje contradictorio. Por ello, la idea es realizar una compra evitando el plástico en la medida de lo posible.
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Así, el plastic attack se realizará con los plásticos inevitables e inútiles. Por ejemplo, si una verdura solo se vende empaquetada en plástico y no tienes más remedio que comprarla envuelta.
Pero, claro, si evitas comprar productos con plástico, ¿cómo un poco de plástico va a ser reivindicativo? Pues uniendo a unas cuantas docenas de personas. Si todos compráis a la vez —siempre evitando el plástico, en la medida de lo posible— al final conseguiréis una cantidad llamativa.
En resumen, hay que recordar que:
Si se te ha despertado la conciencia ecologista con esta idea, existen grupos en Internet para apuntarse. Las redes sociales sirven como plataforma para que personas aisladas se conviertan en una molestia que las grandes superficies tengan que escuchar.
En otros países, como Bélgica, algunas quedadas han alcanzado varios cientos de compradores. Así, el plástico acumulado en el supermercado ya ha abierto el debate.
De momento, en menos de un año, ya hay planes de cambio sobre la mesa en muchas cadenas de supermercados. En Francia, Carrefour se reunió formalmente con los administradores de plataformas ecologistas. Y varias cadenas, incluyendo aquella que sufrió el primer plastic attack, Tesco, ya han lanzado públicamente sus compromisos. Desde reducir el plástico hasta sustituirlo completamente por otros materiales 100 % reciclables o compostables.
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A la espera de que se cumplan los compromisos, un recordatorio ocasional podría ayudar a que no se olviden de ellos. Aunque debes recordar, siempre, no comprar más productos envueltos innecesariamente para esta campaña. Si lo hicieras, el mercado entendería que se necesitan más productos envueltos. Así que, igual que las cadenas tienen sus compromisos, no olvides tu parte.