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La escasez del agua se ha convertido en uno de los problemas más importantes del siglo XXI. La falta de precipitaciones, el consumo abusivo y la acción humana son algunos de los factores que han hecho que este problema incremente con los años. Debemos saber que el agua es un recurso limitado y. por ello, a continuación, explicaremos 4 posibles soluciones al problema de la escasez del agua.
Estas son: cambio de mentalidad, diferentes fuentes de recolección de agua, una agricultura bien equilibrada, nuevos recursos para evitar la escasez.
Lo primero y más importante que tenemos que cambiar es la mentalidad. De hecho, según un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el desperdicio de agua es parte del problema.
Por ello, han surgido varias iniciativas de concienciación para jóvenes y adultos desde diferentes organismos. De esta forma, darles a conocer la verdadera situación de este problema. En este sentido, lo que se intenta es dar consejos y datos que ayuden a pensárselo dos veces antes de abrir grifo.
Es evidente que, para cultivar, el agua natural es fundamental para poder trabajar. Sin embargo, se han hecho muchos avances para que esto no sea así. Por ejemplo, existen sistemas novedosos para conseguir el almacenamiento de agua de lluvia. Indiscutiblemente, la utilización de este agua ayuda en el problema de la escasez. Además es apta para llevar a cabo a actividad agrícola.
Por otro lado, existen también las aguas residuales. Estas aguas provienen, generalmente, del uso doméstico o de la industria. Cuando son tratadas correctamente son una fuente importante de agua limpia. Se debe a que antes de ser utilizadas, han pasado por un proceso de filtración para que quede totalmente purificada.
Reutilizar este agua es crucial para así no recurrir al agua potable de los manantiales, por ejemplo.
Por otra parte, muchos países y ciudades ya son conscientes del problema de la escasez del agua. Es por ello por lo que existen instrumentos para recaudar agua, o reconducirla hacia las zonas que más lo necesiten. Por ejemplo, las presas son hoy una alternativa. Por un lado, recaudan y por otro, aguantan todo el agua que pueden.
Después, existen senderos y vías por las que el agua llegará a las zonas donde la sequía es más acusada. Es verdad que hay avances que están mejorando la situación. Sin embargo, hay que seguir investigando para que la escasez de agua no suponga un cambio drástico en nuestro estilo de vida.
La concienciación sobre este problema ya se ha generado a nivel mundial. Es por ello los gobiernos y empresas desarrollan programa para ayudar a las poblaciones con este problema. Por ejemplo, se ha creado un jabón que te permite ducharte sin agua. También existe una botella que rellenas de agua sucia, y ella misma se encarga de limpiarla. Lógicamente, son inventos que de una forma u otra ayudan pero no son la solución. No hay que olvidar que según el WRI, son, en la actualidad, más de 1000 millones de personas las que padecen de la escasez de agua.
Por ello, diferentes organizaciones como la ONU, nos instan a que no podemos dejar atrás este problema. Además, enfatizan que existen muchos avances pero lo primero es cambiar la concepción del agua. En pocas palabras, con pequeños gestos, ayudaremos más de lo que pensamos. De ahí que como en otras ocasiones hemos dicho, el verdadero cambio está en la información y la acción de la sociedad en su conjunto.