Sostenibilidad

Obsolescencia percibida: qué es, ejemplos y soluciones

¿Cada cuánto tiempo cambias de teléfono? ¿Y de ropa? Seguro que no hay muchos que realmente aguanten «hasta que se rompa». La mayoría acabamos deshaciéndonos de bienes plenamente funcionales solo para no quedarnos anticuados. Esta tendencia a percibir un objeto como demasiado viejo es la obsolescencia percibida.

¿Por qué se da este fenómeno?

A principios del siglo XX ya comenzó a suceder con los vehículos. Con unos pequeños cambios se conseguía crear la percepción de que los anteriores estaban anticuados. Y, claro, la necesidad de pertenecer a un grupo hacía que nadie quisiera quedarse al margen de esos cambios.

Además, todo aquello que nos resulta novedoso en nuestras vidas libera dopamina ante el simple hecho de deshacernos de algo con lo que llevábamos tiempo. Tirar algo a lo que estábamos acostumbrados por algo nuevo es, simplemente, excitante. Aunque el producto supuestamente viejo nos proporcionara todo lo que necesitábamos.

Ahora bien, nuestros bisabuelos ya convivieron con aquellas primeras formas de obsolescencia percibida. Sin embargo, es en nuestros días cuando se está dando a nivel generalizado. Las novedades ya no salen cada varios años, sino que en pocos meses todo parece quedarse anticuado. Y la influencia de las redes sociales nos hace querer tenerlo todo al día.

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Casos de obsolescencia percibida

La cantidad de móviles que salen cada año de las tiendas es de más de 1.500 millones. Todas las marcas sacan nuevos modelos cada poco tiempo, pero para ver el lapso vamos a mirar a una que solo tiene un modelo:

Apple saca sus nuevos modelos en intervalos de tiempo muy inferiores a la vida útil del anterior. No es extraño encontrar el modelo anterior en Internet, de segunda mano. Porque quien lo vende lo ve anticuado para sí mismo, pero no está roto. Así pues, el vendedor ha obtenido el nuevo modelo al percibir la obsolescencia del suyo y pasa el testigo del «obsoleto» a quien no le importe o no se pueda permitir el modelo nuevo.

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La ropa, en general, es otro caso visible de obsolescencia percibida. Se habla de «esta temporada», dando a entender que ha habido cambios que hacen de tu ropa algo anticuado. Ropa que si te pones está en perfecto estado, ahora la percibes como «la ropa de tu abuela».

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Cómo eliminar la tendencia

Por desgracia, este tema es tan personal que resulta difícil cambiarlo a gran escala. La televisión, las redes, las celebridades, etc. influyen en nuestra percepción de lo aceptable. Esto nos lleva a tratar de seguir la corriente, incluso si esa corriente no es para nosotros. Por ejemplo, el último modelo de un teléfono no es algo al alcance de cualquiera. Y, sin embargo, vamos tras él si podemos.

Eliminar la tendencia pasaría por educar a los niños desde pequeños en que las cosas no se tiran hasta que ya no se pueden utilizar más. El problema es que muchos padres también están dentro de este círculo vicioso. Además, aunque los padres educaran a sus hijos para evitar caer en este fenómeno, la sociedad puede atraparlos igualmente.

Dejarnos atrapar por la obsolescencia percibida depende de nosotros. Conserva tu individualismo para no depender de la opinión de los demás para sentirte bien contigo mismo. Así, no sentirás que por tener un móvil con 6 meses más de antigüedad eres tú el anticuado. Viste según tu propia moda y no dependas de que nadie te diga las tendencias. De esta manera, siempre estarás bien con lo que tienes y no necesitarás cambiar tu apariencia cada poco tiempo.

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Publicado por
David López