Las celdas orgánicas solares son una fuente de energía solar fotovoltaica muy útil enmarcada dentro de las energías renovables, pero, ¿en qué consisten exactamente las celdas orgánicas solares?
Son placas solares que utilizan compuestos orgánicos para absorber la luz solar y producir energía. Así, entre estos compuestos abundan los polímeros orgánicos semiconductores, capaces de absorber y emitir energía. Además, como su propio nombre indica, son capaces de conducir electricidad en condiciones determinadas.
Es una alternativa relativamente nueva. Aparece hace casi 30 años como medida para abaratar el proceso de fabricación de las placas solares convencionales. Desde entonces, se han investigado y se están investigando en profundidad. Esto se debe a que, a pesar de tener muchas ventajas, todavía hay muchos aspectos que mejorar. Sin embargo, cuando esto ocurra, supondrá un gran paso para la energía solar y las energías renovables.
Ahora ya sabemos en qué consisten las celdas orgánicas solares y su potencial eficiencia. Y aunque es cierto que tienen muchas ventajas, también tienen desventajas.
Estas celdas orgánicas surgieron con el fin de ser una alternativa a las celdas inorgánicas convencionales. ¿Y esto por qué? Las celdas convencionales están compuestas de materiales inorgánicos entre los que destaca el silicio, material difícil de explotar al máximo. La necesidad de este elemento para la fabricación de las placas aumentaba el coste del proceso. Las celdas orgánicas solares, en cambio, son mucho más económicas, llegando así a un mayor número de personas.
Una de las mayores ventajas de estas celdas es su comodidad:
Además, son biodegradables y sus residuos no son tan perjudiciales para el medioambiente como las celdas de silicio.
Pero no es oro todo lo que reluce. Las celdas orgánicas solares también tienen sus desventajas.
La principal desventaja de estas celdas es su escasa eficiencia. A pesar de las investigaciones y desarrollo de esta energía, no se ha conseguido todavía la eficacia esperada. Las celdas aprovechan menos de un cuarto del total de la energía que emite el sol. Esto hace que sus campos de aplicación sean también escasos. Actualmente se están empleando para abastecer pequeños dispositivos como móviles, lámparas, mochilas, calculadoras, etc.
Sin embargo, cabe destacar que, si se consigue mejorar considerablemente su eficiencia, tienen un campo de aplicación prometedor. Esto se debe a la gran cantidad de ventajas mencionadas anteriormente.
Otra gran desventaja es que son menos resistentes que las celdas convencionales. Esto se debe a que el oxígeno y el agua (tan esenciales como abundantes) favorecen su degradación. Esta desventaja nos lleva a otra: su escasa duración. Mientras que la vida útil de las celdas convencionales alcanza los 20 años, las celdas orgánicas solo duran unos meses.
Sin embargo, estas desventajas pueden desaparecer en un futuro. Tanto la eficiencia energética como la vida útil de las celdas orgánicas solares ha ido creciendo considerablemente desde sus inicios hasta ahora. Antes solo duraba semanas o meses, mientras que ya se acerca al año, lo que da esperanzas a los investigadores.
Así, conociendo en qué consisten las celdas orgánicas solares y sus ventajas, podemos concluir que estas celdas son el futuro. La causa es principalmente su escasa producción de residuos durante su uso y fabricación, así como su bajo coste.
El único reto por delante es incrementar su tiempo de vida. Teniendo en cuenta que ya se ha mejorado anteriormente, este reto, a pesar de ser difícil, se puede lograr.
Cada día estamos un pasito más cerca de poder disfrutar más y más de esta sostenible alternativa.