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El aire acondicionado se ha convertido es un compañero inseparable cuando llegan los temidos meses veraniegos en que el calor casi no nos deja respirar, pero también en la época invernal, cuando acumulamos capas y capas de ropa para que el frío no nos cale hasta los huesos; aunque si hablamos de eficiencia energética debemos pararnos pensar qué uso le estamos dando. En este sentido, está claro que disponer de este aparato es una gran ventaja, pero... ¿cuál es la temperatura ideal del aire acondicionado?
Enseguida veremos que esta es una cuestión muy importante, ya que para el medioambiente un uso irresponsable de estos aparatos tiene consecuencias muy perjudiciales, y ajustando correctamente la temperatura del aire acondicionado podemos reducir su impacto en nuestro planeta.
De hecho, la energía que consumen los aparatos de climatización tiene como consecuencia un aumento de la emisión de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Cuanto más ha de trabajar el aparato del aire, calentando o enfriando el ambiente, más energía eléctrica consume y más CO2 se libera. Esto agrava el efecto invernadero y contribuye al calentamiento global, nefasto para muchas formas de vida en el planeta, incluida la nuestra.
Por eso, es fundamental que aprendamos a utilizar nuestros climatizadores correctamente para minimizar las consecuencias que van asociadas a su funcionamiento. No se trata necesariamente de dejar de utilizar el aire acondicionado, si no de ser responsables cuando decidamos recurrir a él.
Así pues, vamos a conocer cuál es la temperatura perfecta para nuestros aparatos de aire acondicionado en las épocas más extremas del año.
Para responder esta cuestión podemos guiarnos por una máxima muy sencilla: la temperatura a la que programemos nuestro aparato de aire acondicionado no debe diferenciarse más de 12 grados de la temperatura que hay en el exterior de nuestro hogar. Teniendo en cuenta la temperatura que suele reinar en los meses de verano, este sencillo cálculo nos indica que programar nuestro aparato de aire alrededor de los 23 o 25 grados de temperatura es lo ideal para estar cómodos y no pasar calor. Además, esta temperatura es perfecta para salir después al exterior, ya que el contraste de calor no será tan extremo y tu salud no se resentirá.
Bajar más la temperatura no tiene demasiado sentido. Al fin y al cabo, si ponemos el aire en casa es para estar cómodos, y no vamos a pasearnos por casa vestidos como si fuéramos a salir a la calle.
Si sigues teniendo calor en tu hogar con una temperatura de entre 23 y 25 grados, plantéate si no será que te llevas demasiadas prendas encima. Ponte cómodo/a y disfruta de unos primaverales 25 grados en pleno agosto. Tu bienestar, tu bolsillo y el medioambiente te lo agradecerán.
En los meses de más frío la temperatura ideal para nuestro hogar es un poco distinta, pero no demasiado. Programaremos el termostato del aparato de aire acondicionado en unos 21 grados. De este modo, la diferencia de temperatura con el exterior será la justa para que no pasemos frío y nos sintamos bien. Subir más la temperatura, especialmente al pasar de los 23 grados, resecará el ambiente en invierno, lo que no es nada agradable, además de incrementar innecesariamente el consumo energético de nuestro hogar.
En este sentido, es interesante conocer que por cada grado que aumentamos en el termostato se incrementa nuestro consumo energético en un 7%; una cifra que vale la pena tener en cuenta.
Si nos acostamos y necesitamos poner el aire acondicionado, por la noche es recomendable situar la temperatura del aire acondicionado en un intervalo entre los 15 y los 17 grados, puesto que al ser invierno vamos a estar tapados y no es necesario que la calefacción esté tan alta.
Eso sí, debemos programar nuestro aparato de aire para se apague un rato después de acostarnos, pues no es bueno tenerlo encendido toda la noche. Te recomendamos que consultes todos los consejos que debes seguir para ahorrar en calefacción si quieres reducir el coste de tu factura energética.