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Uno de los lugares de la casa donde más energía se consume es y será siempre la cocina. Este consumo se debe a los electrodomésticos que, según la OCU, suponen un 19 % de la factura. Además, si son antiguos; estos consumen el doble que los más modernos. Aquí te daremos algunos consejos para ahorrar, tanto con los electrodomésticos antiguos como con los nuevos.
Indudablemente, es en la cocina donde más aparatos podemos encontrar. Desde la nevera, lavavajillas o batidora hasta el horno, la «vitro» o la tostadora. Si queremos ahorrar con nuestros electrodomésticos, deberemos tener en cuenta los siguientes puntos:
Debemos saber que su consumo es el 30 % de toda la cocina. Es más, este consume como la lavadora o el lavavajillas. Es decir, consume como 3 electrodomésticos juntos. Por tanto, el hecho de dejar la nevera con la puerta abierta demasiado tiempo hará que el consumo aumente. Además, aparte de no dejar la puerta abierta, no debemos introducir comida caliente. Introducirla hará que el frigorífico tenga que enfriar todo de nuevo a la temperatura establecida aumentando su consumo.
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Mientras estamos cocinando, muchas veces se nos ocurre abrirlo para ver cuánto tiempo le queda a nuestra comida. Para empezar, debemos saber que eso hace que aumente su consumo. Por tanto, ocurre totalmente lo mismo que con el frigorífico: tendrá que volver su temperatura adecuada. De hecho, cada vez que abrimos el horno, perdemos aproximadamente un 30 % de la energía.
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Esta consume un 20 % más que las placas de inducción. Por tanto, deberemos tener en cuenta el tiempo que tardamos en cocinar nuestros alimentos. Es aconsejable apagar la vitrocerámica unos 5 minutos antes de terminar. Asimismo, para ahorrar, podemos usar tapas para los recipientes que usemos para cocinar. De esta manera, evitaremos que salga el calor y, por tanto, la comida estará lista antes de tiempo.
Muchas veces la ponemos en funcionamiento sin llenarla con la cantidad recomendada. El consumo es el mismo que llenándola del todo. En estos casos, debemos elegir el programa de baja temperatura, es decir, que no superen los 40 grados.
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Muchos pensamos que consume mucho más que lavar los platos a mano, pero no es así. De hecho, usar el lavavajillas reduce en gran porcentaje la factura mensual.
Está claro que el consumo de energía consumida mes a mes es mayor cuando los electrodomésticos que tenemos son antiguos. Por este motivo, nos vemos obligados a invertir en electrodomésticos más modernos.
Normalmente, los electrodomésticos de hoy en día suelen tener menos consumo debido a sus categorías. Al comprar un electrodoméstico nuevo, debemos fijarnos principalmente en que lleven la pegatina de ahorro de energía. Después, fijarnos en qué clase de «+» tiene como características. Cuántos más «+» tenga, menor será el consumo en nuestras casas. Eso sí, habitualmente, comprar un electrodoméstico con estas características nos saldrá más caro.
Asimismo, para ahorrar energía también podemos considerar el estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Este nos aconseja:
Según IDAE, usar un microondas en vez del horno, nos hace ahorrar al menos un 70 % de energía aproximadamente.
En conclusión, todos tenemos muchas costumbres que nos hacen consumir mucha más energía de la que deberíamos consumir. Por ello, es importante tener en cuenta todos estos consejos ya que, mensualmente, veríamos una gran diferencia en nuestras facturas.
Fuentes consultadas: