¿Sabías que los Jardines de Mesopotamia fueron los primeros que se construyeron a través de la aplicación de la hidroponía? Esta es una de las modalidades más interesantes de la agricultura ecológica. Por ello, descubre esta técnica de cultivo milenaria y aprende cómo hacer un cultivo hidropónico casero paso a paso.
La palabra hidroponía viene del término hidro (agua) y ponía (trabajo). Por ello, la principal definición de hidroponía hace referencia al cultivo de plantas en agua. Sin embargo, esta técnica de cultivo no se ha descubierto recientemente, sino que se trata de una técnica milenaria muy antigua que se remonta, aproximadamente, unos 2.600 años atrás.
La hidroponía es, por lo tanto, una técnica de cultivo que rechaza el uso de tierra. Por ello, al emplear este sistema, las raíces de las plantas absorben una solución equilibrada de nutrientes disueltos en agua, que contribuye al desarrollo y crecimiento normal de las plantas. Al igual que el resto de seres vivos, los vegetales están compuestos de materia orgánica entre la que se incluye el oxígeno, el hidrógeno, el carbono y el nitrógeno. Estos cuatro elementos representan cerca del 90% del peso total de las plantas.
Sin embargo, para poder crecer y desarrollarse, las plantas precisan unos elementos obligatorios como son la luz, el agua, el dióxido de carbono, el oxígeno, y algunos macronutrientes y micronutrientes.
Para una planta, el agua, es un elemento necesario para la realización de múltiples reacciones químicas. Además, el agua ayuda a las plantas a mantenerse vivas y actúa como un medio de transporte esencial para los nutrientes.
En el cultivo hidropónico se elimina la tierra, lo que significa que se está eliminando también la principal fuente de nutrición de la planta, y también se elimina el medio en el que la planta retiene el agua.
Si quieres construir tu propio jardín hidropónico deberías tener en cuenta, por ejemplo, la ubicación que le vas a dar al mismo. En este sentido, un cultivo hidropónico se debe ubicar en lugares en los que no haya mucha sombra, ni tampoco mucho viento y en donde los rayos del sol no lleguen de forma directa.
El espacio de siembra del jardín hidropónico debe recibir, como mínimo, unas seis horas de luz solar cada día. Además, es conveniente situar los cultivos hidropónicos alejados de otros árboles y plantas que sean susceptibles de contraer plagas.
Asimismo, otra de las claves de éxito para crear un jardín hidropónico es asegurarse una buena disponibilidad de agua cerca de las plantas. Además, el riego por goteo es el sistema ideal para el mantenimiento de un jardín hidropónico, dado que este sistema se encarga de llenar y drenar una bandeja de plantas con una solución de nutrientes a intervalos irregulares.
El sistema por goteo suministra la solución de nutrientes que hemos preparado para nuestras plantas, a través de unos tubos emisores que llegan a cada una de las plantas del jardín hidropónico. Puedes consultar cómo hacer un riego por goteo casero de la forma más sencilla.
En cuanto a la iluminación, ésta también juega un papel esencial en la viabilidad de un jardín hidropónico. Por ello, la descarga de alta intensidad es la iluminación más idónea para este tipo de jardín.
La mayoría de plantas de tu jardín hidropónico crecerán en base a la luz que les proporciones, por ello, es importante que durante la etapa de crecimiento, las plantas reciban entre 15 y 18 horas de luz. Y durante la floración, el tiempo de exposición de las plantas a la luz se puede reducir a 12 horas por día.
Asegúrate también de que la luz se enciende y se apaga siempre a la misma hora, a través del uso de un temporizador.
Ahora que ya sabes cómo puedes crear tu cultivo hidropónico, es momento que te decidas y te pongas manos a la obra para conocer cómo funciona esta alternativa ecológica.