Con el objetivo de acabar con la agricultura industrial, el biólogo japonés Masanobu Fukuoka desarrolló en los años 70 un nuevo concepto relacionado con la agricultura ecológica: la agricultura natural. Descubre cuáles son las principales características de la agricultura natural, a continuación.
Al pensar en agricultura suele venirnos a la mente la imagen de las máquinas agrícolas que se emplean para cultivar y trabajar el suelo. Sin embargo, el biólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka, reveló en los años 70 que se pueden conseguir mejores resultados en la agricultura si no se utilizan máquinas para trabajar el suelo.
Este nuevo concepto de agricultura fue bautizado por Masanobu Fukuoka como 'agricultura salvaje' o 'agricultura del no hacer o del no actuar'. Y es que, según él, durante miles de años la naturaleza ha dado sus frutos sin necesidad de intervenirla de forma artificial, por lo que ahora no está justificado una intervención innecesaria sobre ella.
En este sentido, la agricultura natural de Fukuoka no defiende que no se haga nada en el suelo sino, simplemente, que el hombre trate de intervenir lo menos posible y que deje así que los procesos de la naturaleza actúen por sí mismos.
Sin embargo, mientras que los defensores de la agricultura natural piensan que fertilizar con abonos y emplear pesticidas es algo peligroso, sí que defienden, por ejemplo, el sistema de rotación de cultivos como la opción más eficaz para evitar el agotamiento del suelo.
Según Masanobu Fukuoka, la utilización de maquinaria y el trabajo del suelo con arados es muy perjudicial porque estas prácticas destruyen su equilibrio interno, al matar a las lombrices y otros organismos que mantienen la estabilidad de la tierra de cultivo.
Para Fukuoka, tan sólo está permitida la intervención humana en los procesos de siembra y también está autorizada la cosecha. Es decir, se puede poner en práctica una agricultura sin labranza, que destaca por las siguientes características:
Y es que, según Fukuoka, la tierra se cultiva por sí misma a través de la actividad que ejercen los microorganismos y algunos pequeños animales como las lombrices.
Por ello, en la agricultura natural los fertilizantes químicos están prohibidos ya que el suelo es capaz de alcanzar un equilibrio perfecto con el propio ciclo de la vida de los animales y de las plantas que habitan en él.
En este sentido, otra de las características de la agricultura natural es que no se deben eliminar las malezas que brotan en el suelo, ya que estas malas hierbas tienen un papel fundamental en el medioambiente a la hora de conseguir la fertilidad del suelo y, en general, en el equilibrio de todo el ecosistema biológico.
Masanobu Fukuoka defendió que es preciso controlar las malezas del suelo, pero nunca eliminarlas.
Otras de las características de la agricultura natural de Masanobu Fukuoka es que es preciso buscar el equilibrio perfecto entre los insectos y las aves, eliminando la intervención humana en este sentido, ya que la naturaleza es capaz de equilibrarse por sí sola.
La agricultura natural defiende que tanto los insectos como las plagas y las enfermedades que afectan a las plantas siempre estarán presentes. Por ello, el ser humano no debe caer en el uso de herbicidas o insecticidas químicos para acabar con las plagas.
De hecho, Masanobu Fukuoka defendió que si se pone en práctica un enfoque inteligente del control de las enfermedades, es posible cultivar cosechas más resistentes en un entorno más sano.