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La biorremediación es un proceso que utiliza microorganismos, enzimas, hongos, plantas, para erradicar la contaminación del medioambiente. Para resumirlo en pocas palabras, son procesos biotecnológicos que tienen como objetivo tratar o purificar una zona afectada por algún tipo de agente. A día de hoy, no es un proceso muy común. De hecho, aún se están evaluando sus ventajas y sus desventajas. Al ser un sistema tan desconocido y novedoso, debería usarse de forma cautelosa.
Indudablemente, gracias a que es un proceso muy natural, un punto a su favor es que, claramente, no es dañino para el medioambiente.
Como ya hemos dicho en el párrafo anterior, la biorremediación es un método natural para ayudar a solventar la contaminación. Esto se produce gracias a ciertos organismos microscópicos, y en algunos casos, a algunas plantas.
A grandes rasgos, su función consiste en transformar de forma natural algunos elementos que son dañinos y perjudiciales para el medioambiente. Por ende, el objetivo final es eliminar el «agente contaminante» que tanto daño produce. Existen diferentes procesos de biorremediación en función de organismo que se emplee para tal fin. Por ejemplo, los más frecuentes son:
El ejemplo más común donde podemos ver este proceso es en un derrame de petróleo. Gracias a los componentes de la biorremediación— en este caso, una bacteria — este petróleo acaba por descomponerse. Literalmente, podríamos decir que «se lo come». Este método es muy novedoso y su uso se está implementando en otros sectores.
A pesar de ser una técnica de reciente aplicación, la biorremediación tiene ventajas que debemos conocer.
Una de sus ventajas es que, como es un método tan manejable, puede llegar a zonas imposibles de alcanzar. Si la contaminación está en un lugar inaccesible, la biorremediación es la mejor solución para eliminarla. Por ejemplo, si alguna sustancia contaminante ha penetrado el suelo, si puede afectar al estado del agua, derrames de cualquier tipo, etc. Todo esto conlleva que no sea necesaria la excavación para eliminar los residuos de zonas contaminadas. De esa forma, la tierra permanecerá intacta.
Otra ventaja es que las herramientas que la biorremediación usa para eliminar la contaminación son productos que la misma naturaleza fabrica. Por lo tanto, además de beneficiosa para el medioambiente, es económica. No supone ningún gasto más allá del transporte y medios humanos. Objetivamente hablando, el coste es infinitamente menor que el coste que producen los agentes contaminantes en un ecosistema.
Por otra parte, este método tiene su parte buena y su parte mala. Como ya hemos dicho a lo largo del artículo, la biorremediación es un sistema muy novedoso, por lo que se tiene que analizar en profundidad, así como conocer en qué producto contaminado lo vamos a usar, y por supuesto, su objetivo.
En colación a esto, los expertos aconsejan que es crucial que haya estudios centrados en ver cómo actúa la biorremediación en el medio. Esto es porque si se utiliza de manera incorrecta, puede ser peor que los residuos que intenta eliminar. Además, al no existir literatura suficiente, no se han podido especificar el ciclo completo en estos proceso. En pocas palabras, aunque es verdad que las ventajas saltan a la vista. Se debe ser prudente en la aplicación.