Los distintos animales y plantas tienen unas relaciones dependiendo de su especie, población y ecosistema. Estas relaciones ambientales que se realizan entre especies se denominan relaciones bióticas. La función principal que tienen es el estudio de la vida en los ecosistemas. Por otra parte, se dividen en dos grandes grupos: relaciones intraespecíficas y relaciones interespecíficas. A continuación, nos centraremos en el segundo grupo, las relaciones interespecíficas. Veremos qué son, qué tipos hay y su efecto en los ecosistemas.
Las relaciones interespecíficas se basan en la interacción que se produce entre distintas especies (Ortega, 2011). Estas relaciones pueden resultar de la asociación entre poblaciones enteras o incluso individuos. Otra manera de explicarlo es cómo influye una especie en la manera de vivir de otra especie.
Unas especies pueden crear su propio alimento como en el caso de las plantas y no necesitan alimentarse de otras. Sin embargo, en el caso de otras especies, tienen que alimentarse de otras especies. Por lo tanto, si comen plantas, se les llama herbívoros y, si comen carne, se les llama carnívoros. A estos se les llama consumidores y pueden tener unas cadenas de relación de muchos eslabones.
Por otra parte, cuando los seres vivos mueren, sus cuerpos vuelven al suelo y dan alimento a otros seres que se les llama descomponedores. Estos seres son muy importantes para que no haya cuerpos de seres vivos por todas partes y para iniciar otra cadena alimentaria. Este círculo de la vida en el que unos animales se comen a otros se denomina red alimentaria y, sus asociaciones, relaciones interespecíficas.
Para tener más claro el concepto de las relaciones interespecíficas, es mejor echar un vistazo a los distintos tipos de relaciones que existen en este grupo. Los principales son:
El principal efecto que provocan estas relaciones es en el tamaño de las poblaciones de especies. Por un lado, por la competencia de territorios o recursos que produce un cambio en las tasas de natalidad y mortalidad e incluso migraciones de especies. Por otro lado, con las relaciones de mutualismo, se mantienen las especies e incluso aumenta la tasa de natalidad y disminuye la de mortalidad de ambas especies (Ortega, 2011).
Como podemos ver, las relaciones interespecíficas se basan en las asociaciones que tienen distintas especies entre ellas. Pueden tratarse de relaciones de recursos o de servicios o puede haber una parte beneficiada y otra que no lo sea o que las dos se beneficien. Con el estudio de cómo se alimentan o sobreviven, podemos saber si una especie está haciendo daño en el ecosistema o no.
Fuentes consultadas:
Ortega Andrade HM, Tobar C, Arellano M (2011). Tamaño poblacional, uso del hábitat y relaciones interespecíficas de Agalychnis spurrelli (Anura: Hylidae) en un bosque húmedo tropical remanente del noroccidente de Ecuador. Papéis Avulsos de Zoología 51: 1–19.