El medioambiente es un tema que nos preocupa a todos. De hecho, con el paso de los años, hemos podido observar que los problemas se han ido agravando. Por ello, en general, la población está siendo más consiente de ello. Sin embargo, desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI), se insta a involucrar más a los niños. Es por lo que han destacado unos consejos para despertar la conciencia ecológica en los niños. Por ejemplo, reciclar, reutilizar objetos, conocer la naturaleza entre otros.
Como se dice tradicionalmente: «los niños son el reflejo de los padres». Todo lo que vean, lo imitarán. Por ello, dar ejemplo de un buen comportamiento para ayudar al medioambiente es clave. Con una conducta correcta en casa, ellos sabrán y aprenderán lo que deben y lo que no deben hacer.
Obviamente, lo mejor es enseñarles desde bien pequeños para que crezcan con unos buenos principios ecológicos. Todo esto se puede conseguir con pequeños gestos rutinarios que al final asimilarán y harán sin siquiera darse cuenta. Esos gestos serán un buen comienzo para despertar la conciencia ecológica en los niños.
Lo primero que deben saber es la importancia que tiene reciclar. Es importante que sepan que nuestro mundo está en peligro y que tenemos que cuidarlo. Consecuentemente, es conveniente explicarles que los residuos que utilizamos en casa se tiran en diferentes contenedores de basura y saber separarlos. Con esta simple acción, ya empezarán desarrollar una conciencia ecológica muy importante para su futuro.
Otro consejo es que conozcan la naturaleza mediante el juego. Dar paseos, ver los árboles, excursiones a granjas les harán respetar todo lo que les rodea. Amar y respetar la naturaleza es un aspecto esencial para ellos y para su conciencia ecológica.
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Otro gesto que puede ayudar es enseñarles a ahorrar energía. Como todos sabemos, los niños salen y entran de las habitaciones de la casa incontables veces y la luz siempre se queda encendida— casi siempre —. En consecuencia, hay que mostrarles que con un pequeño gesto, el cual se hace con un dedo, pueden ayudar muchísimo al medioambiente.
Además, otro ejemplo, clásico es que tienen que saber también que no tienen que dejar el grifo abierto. En algo que se puede practicar mientras se lavan los dientes, o se lavan las manos antes de comer. Indudablemente, es importante concienciarles y decirles— con amor —que la naturaleza es todo lo que nos rodea, y tenemos que poner en práctica ciertas cosas para cuidarla.
Todo eso se consigue con educación y sobre todo paciencia.
Finalmente, una buena charla entre padres e hijos es un buen consejo para desarrollar la conciencia ecológica en los niños. Por ello, necesitan conocer los problemas del medioambiente. Sin embargo, es más útil hacer más hincapié en las soluciones que existen para poder erradicarlos.
La Asociación Mundial de Educadores Infantiles, por ejemplo, realiza congresos hechos exclusivamente para concienciar a los más pequeños. Siempre con un enfoque didáctico que en unión con la acción de los padres se pueden lograr cambios.
Está en manos de los adultos. Ellos son el futuro, por lo que desarrollar esta conciencia es muy importante para convertirse así en personas responsables con el medioambiente. Por ello, las claves: la educación, el aprendizaje, el ejemplo y el juego.
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